domingo, 24 de octubre de 2010

Personajes Históricos: Trajano, Emperador romano.

Nació en Vicus Italicensis, más tarde pasó a denominarse Colonia Aelia Augusta Italica, actualmente Santiponce, provincia de Sevilla. Originario de una de las ciudades más romanizadas de Hispania y con un grupo senatorial con gran influencia en Roma.


Desde joven fue adiestrado en las artes militares siendo ya Tribuno de Legión desde los 17 años hasta los 26, en los que estuvo a las órdenes directas de su padre, Legado, en territorios de Siria y el Rhin. Éste puesto le traería en un futuro admiraciones que le ayudarían a ser uno de los mejores emperadores que tuvo Roma, puesto que ser Tribuno obligaba a tener un contacto directo con los legionarios, lo que le granjeó una buena popularidad.

Poco más tarde, en el año 86, él mismo sería legado en la Legión VII Gemina, con acuartelamiento en Hispania en la época de su antecesor como emperador, Domiciano.

Luego ascendió a Cónsul en el año 91 y después Gobernador de la Germania Superior, en este último puesto recomendado por su protector Nerva, uno de los últimos senadores de la vieja época romana.


Fue en la Germanía donde Nerva fue a buscar a Trajano para adoptarlo y así tener un futuro Emperador que gozase de las simpatías de los senadores y militares romanos y, en este caso, del pueblo.

El espíritu militar de Trajano hizo que ya Emperador estuviese dos años en la Germanía terminando su trabajo, junto con su tropa y victorioso. A los 44 años de edad fue proclamado Emperador. Se había cumplido el sueño de cualquier hombre de provincias, llegar a los más alto; lo hizo con su propio esfuerzo y con su capacidad como militar. También así lo entendió el pueblo, le admiraba y respetaba, le quería y él no les defraudo.

Mantuvo durante su gobierno un diplomático equilibrio entre el Senado y la milicia que gustó a ambos bandos. Como primeros pasos en el cargo dispuso que el Senado y los magistrados gobernaran en su ausencia, respentando así a la antigua casta senatorial, procuró la seguridad personal de los senadores y, en definitiva, dejó las formas del viejo pero útil sistema poíitico, de esta forma los senadores y militares no le verían como un Emperador que pudiera hacer peligrar los privilegios que habían adquirido a lo largo del tiempo.

No todo fue bueno en su gobierno, hizo una ley que impedía al esclavo denunciar a su amo y constituyó al cristianismo como religión a castigar penalmente. Por lo demás fue un administrador excelente, siguió creando ciudades para sus veteranos de guerra, nuevas redes viarias, rescindió impuestos y fomentó puertos estratégicos. También persiguió con la máxima severidad a los corruptos y malversadores de fondos públicos.


Con la recaudación de los intereses por los préstamos concedidos a muy bajo interés al pueblo llano Trajano creó una subvención para alimentar a las familias de los padres con pocos o ningún recurso económico. Ésto, no se vaya a creer usted, también servía para que la población no decreciese y se pudiera seguir reclutando soldados.

En lo tocante a nuestra patria, España, reconstruyó la Vía de la Plata, ruta que recorría España desde la actual Mérida (Badajoz) hasta Astorga (León) pasando por Salamanca. Construyó el puente de Alcántara (Cáceres) y el Acueducto de Segovia.

Con Trajano volvió la política expansionista romana, conquisto la Dacia (actual Rumania) en las dos campañas de los años 101-102 y 105-107, algunos reinos de Arabia, Armenia, Mesopotamia. Con estas anexiones se llegó a la máxima expansión del Imperio romano.


Al final de su vida hubo muchos pueblos que se revelaron contra el poder imperial (Mesopotamia, y el gran pueblo judío en Palestina, Alejandría, Cirene y Chipre). Trajano hubo de ausentarse de sus frentes asiáticos e ir urgentemente a apaciguar estas insurecciones pero murió durante estos acontecimientos, en el año 117 de nuestro Señor en Cilicia.

Se puede decir que Trajano y su sucesor Adriano (en cuyo ascenso tuvo una gran defensora, la esposa de Trajano, Ulpia), devolvieron a Roma el esplendor que estaban a punto de perder en el año 96.
Con Trajano se incentivó la construcción, la economía, las artes y las letras, la ciencia, todo ello con un ejército que pudiera asegurar la paz tanto en el interior del Imperio como en las fronteras.

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